¿La tecnología nos hace felices?

No te imaginas vivir sin Internet. ¿Pero realmente serías más feliz en un mundo menos conectado? El 90 por ciento de la gente dice que Internet ha sido algo bueno para ellos personalmente. Pero la respuesta a si eso significa o no que están más felices, más sanos o más satisfechos con sus vidas requiere un poco más de análisis.

La gente de Happify, una aplicación que ofrece juegos y actividades orientadas a mejorar el bienestar emocional, recopiló algunos de los mejores datos recientes sobre cómo la tecnología puede aumentar o desafiar nuestra felicidad.

La felicidad en las redes sociales

Considere, por ejemplo, que mientras que la mayoría de las personas afirman haber sido tratadas amablemente en línea, un cuarto de las personas dicen que han sido atacadas o intimidadas. Y que el 74 por ciento de las parejas dice que Internet ha tenido un efecto positivo en sus matrimonios, pero el 38 por ciento informa que (para bien o para mal) la comunicación en línea los hace menos propensos a depender exclusivamente de sus parejas como confidentes.

Sin embargo, cuando se trata de unir a la gente, la web recibe la mayoría de las buenas críticas. Sesenta y siete por ciento de los usuarios de Internet dicen que el correo electrónico, los mensajes de texto y las redes sociales han fortalecido sus relaciones con familiares y amigos. Y el 56 por ciento dice haber sido testigo de que la gente se ha reunido en línea para ayudar a alguien más, como lo demuestran historias tan conmovedoras como el movimiento para «vestirse de amarillo para Seth», el niño sin sistema inmunológico, los 100.000 dólares recaudados para comprarle un coche a un hombre de Detroit que caminó 21 millas para ir a trabajar, y la foto viral que hizo que Chester, el perro, adoptara después de cinco duros años en un refugio.

¿Cómo afectan los medios sociales al 74 por ciento de los adultos que los usan? Como adivinarás, es complicado. No es de extrañar que los usuarios de las redes sociales tengan menos probabilidades de estar socialmente aislados. También son más propensos a sentir un sentido de apoyo y son más confiados (lo que podría ayudar a explicar la preponderancia de los engaños de Facebook). Por otro lado, las redes sociales están ligadas a sentimientos de envidia, baja autoestima y una disminución general en la satisfacción con la vida.