Aceite de coco ¿es tan bueno como dicen?
La alimentación es una parte absolutamente fundamental de la salud para cualquiera de nosotros. Podemos hacer deporte, tener una actividad mental sana, sin estrés y sin complicaciones, equilibrando nuestras emociones… pero si acabamos comiendo mal, nuestro organismo lo notará, y eso empezará a pesarnos para el resto de cosas que tenemos por delante. Y es que hay que pensar, siendo un poco extremos, en nuestro cuerpo como una máquina que ha de ser alimentada con el mejor combustible posible, para poder soportar todos los esfuerzos, tanto físicos como mentales, que tenemos por delante. No se trata de hacer dieta para “recuperar la formar”, sino de encontrar el equilibrio perfecto en nuestra alimentación y conseguir que lo que ingerimos cada día nos haga todo el bien necesario para ofrecernos la energía, la fuerza y la salud. Cada cual tendrá su propia manera de equilibrar esa dieta, y es que hay supuestos alimentos imprescindibles que luego no son tan buenos como parecían.
Los estudios avalan o echan por tierra las propiedades de ciertos alimentos cada poco tiempo, provocando una situación de desconfianza por parte de los usuarios, o al menos de confusión. ¿Es el chocolate bueno para nuestra salud? ¿Y el vino? Estos estudios, que son totalmente válidos, no parecen ponerse de acuerdo en las auténticas propiedades de muchos productos. El aceite de coco es otro de los que están en el punto de mira, tanto para bien como para mal. Y es que muchos lo han convertido casi en un superalimento, una alternativa perfecta para los demás aceites vegetales que solemos utilizar en la cocina, adornándolo con todo tipo de propiedades beneficiosas y espectaculares. Pero, ¿es este alimento tan bueno en realidad? ¿Tiene también su contrapartida negativa? En este artículo vamos a intentar ahondar más en este asunto.